Desde el incendio en la colina, ya nadie vive allá arriba. La casa de la colina quedó abandonada en el dos mil tres, cuando un incendio en los invernaderos de la casa sacó de su cama al jefe de bomberos y sus chicos. Tuvieron mucha suerte esa noche, comenzó a llover y un giro inesperado del viento mantuvo la casa completamente intacta. Pero a partir de esa noche comenzaron a suceder cosas extrañas allí arriba.
La familia que antes vivía en la casa ya no estaba, había desaparecido del pueblo, como si se los hubiera tragado la tierra, sus coches estaba allí pero ni rastro de ellos ni de sus cosas. La gente comenzó a hablar entonces de cosas extrañas.
El ayudante del jefe de policía aun cuenta la historia de que aquella anoche, allí arriba, mientras el fuego se elevaba hacia el cielo, podía escucharse el sonido de un piano, una melodía misteriosa.
Hoy ya nadie se acerca a la casa, corren historias a cada cual más llena de fantasía, sobre la casa. El jefe de policía tuvo que atrancar puertas y ventanas con tablones un par de meses después para que los muchachos no entraran en la propiedad. Pero aun siguen subiendo las parejas de enamorados, para aparcar por el aldo este de la casa. Y hay quienes dicen que han podido escuchar la melodía de un piano, especialmente en la noches de verano, cuando la brisa viene del mar.
